El Gobierno de Emmanuel Macron ha propuesto a los sindicatos fijar unareunión para la próxima semana para aliviar las tensiones en la calle y exponer previsiblemente sus respectivas posturas sobre la reforma de las pensiones, que eleva a 64 años la edad mínima de jubilación.

La primera ministra, Élisabeth Borne, ha citado a los sindicatos vía correo electrónico el lunes, martes o el miércoles de la próxima semana y "no se ha fijado un orden del día", según ha confirmado la cadena francesa BFMTV.

En esta reunión con el Gobierno los sindicatos pondrán sobre la mesa su propuesta de buscar una mediación y de solicitar que se suspenda la principal medida de la reforma ya adoptada, el retraso en dos años de la edad mínima de jubilación.

Si no se habla de pensiones, se levantarán
Berger ha afirmado que irá para "explicar por qué esta reforma es un callejón sin salida (...) y por qué hay que buscar una vía de salida" a la crisis social, y advirtió de que si la primera ministra no les deja discutir esta cuestión se levantarán de la mesa y se irán. 

Todo apunta a que esta reunión no será fructífera, ya que el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, ya ha rechazado la propuesta de una mediación con los sindicatos, con el argumento de que para hablar ambas partes no necesitan mediador.

También ha rechazado la idea de reabrir las discusiones sobre la reforma porque ya está adoptada y sólo se espera su validación por el Consejo Constitucional en las próximas semanas. 

Esta misma opinión la comparte el ministro de Transporte, Clément Beaune, que está en contra de que en la reunión de la próxima semana se trate la ley de reforma de las pensiones porque "ya la ha votado el Parlamento".