Sociedad 08 de marzo de 2023

La desigualdad en el mercado laboral

En una sociedad que registra un femicidio cada 32 horas, los feminismos siguen reclamando contra la violencia de género. También alzan sus voces contra la justicia clasista y racista, la precariedad y desigualdad en las tareas de cuidado o interrupción voluntaria del embarazo, y también contra la brecha salarial.

Se entiende como brecha salarial a la diferencia de ingresos que perciben  trabajadores según su género.

La desigualdad de género se puede medir: en Argentina las mujeres perciben ingresos que, en promedio, son un 24.5% menores que los de los varones, según datos del 3er trimestre de 2022 de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).

A su vez, en el mercado de trabajo las mujeres ganan en promedio un 22.6% menos que los varones.
Así lo explican desde Ecofeminita, la asociación civil sin fines de lucro  que trabaja en la divulgación y producción de datos e información sobre brechas de género.

Según el informe Global Gender Gap Report 2022, que analiza no solo la dimensión económica sino también educativa, sanitaria y política, se tardarán 132 años en alcanzar la plena paridad en el mundo.

Islandia encabeza la lista, es la única economía que ha cerrado más del 90% de su brecha.

La diferencia de ingresos está relacionada a la distribución desigual de las tareas domésticas: las mujeres destinan el doble de tiempo que los varones a todo ese trabajo que no se paga ni se reconoce a nivel social.

Del total de personas que realizan tareas domésticas, un 70% son mujeres y un 30% son varones.
El cuidado se traduce en tiempo del que ellas no disponen para otras actividades, como estudiar, tener un trabajo remunerado o incluso tiempos de ocio.

Otra de las razones para entender la brecha salarial es lo que conocemos como “techo de cristal”; este término refiere a que las mujeres, aunque cuenten con la experiencia y estudios necesarios, no crecen en sus ámbitos de trabajo al igual que sus pares varones.

También podemos mencionar el fenómeno “paredes de cristal” o las barreras invisibles que dificultan el acceso de las mujeres a sectores naturalizados como “masculinos” (como las ciencias duras, o la informática), frente a los espacios asignados históricamente a las mujeres (docencia, salud, servicio doméstico), y los diferentes salarios en cada uno de los roles que se observan en el mercado de trabajo.

Desde Ecofeminita establecieron el Día de Pago Igualitario para el 9 de abril, fecha que impulsaron en 2018 para evidenciar que las mujeres tienen que trabajar 1 año y 3 meses para obtener los mismos ingresos que los varones acumulan en 1 año.

Además, en el informe de OXFAM “Los cuidados en Latinoamérica y el Caribe: entre las crisis y las redes comunitarias”, proponen implementar las “4Rs” para repensar la importancia de los cuidados: el reconocimiento del trabajo que permite la sostenibilidad de la vida; la reducción de tiempo excedente de las mujeres a partir del levantamiento de la institucionalidad e infraestructura integral; la redistribución del cuidado y su interpretación como una tarea social y colectiva; la representación para incorporar el rol de los sindicatos y el reconocimiento en las agendas..