Sociedad 02 de mayo de 2024

La policía de Nueva York arresta a más de 300 manifestantes en campus universitarios

En abril del 1968 un grupo de estudiantes afroamericanos ocuparon el Hamilton Hall en el campus de la Universidad de Columbia y se atrincheraron para protestar contra la guerra del Vietnam. Este martes por la madrugada, en el último día de abril, un grupo de universitarios volvió a ocupar el edificio para seguir con las protestas contra la guerra de Gaza.

Los alumnos que ocuparon el Hamilton Hall hace más de cincuenta años aguantaron una semana atrincherados hasta que la policía intervino y arrestó a 700 personas.

Esta nueva ocupación del Hamilton Hall supone una escalada de las manifestaciones en la Universidad de Columbia, donde el acampe propalestino ya está a punto de cumplir dos semanas a pesar de los reiterados avisos de desalojo. La toma del edificio se produjo justo después de que la administración de la universidad enviara un correo a los alumnos avisándoles que tenían hasta el mediodía del lunes para desarmar las carpas y abandonar el campus si no querían ser suspendidos o expulsados. Los que sí aceptaran irse, debían firmar un formulario con su nombre y apellidos, prometiendo no volver a incumplir ninguna regla del campus durante al menos un año. Además, también seguirían bajo una “libertad condicional disciplinaria” hasta el 30 junio del 2025 o hasta la graduación.

El correo llegó después de que las negociaciones con los manifestantes llegaran a un punto muerto. La suspensión, con la que la dirección amenazó a los manifestantes, implica que los estudiantes no pueden volver a pisar el campus, ni seguir con las clases. En el caso de alojarse en las residencias del campus, tampoco pueden volver a su dormitorio. Aun así, desde Columbia Students for Justice in Palestine, una de las organizaciones estudiantiles implicadas en el acampe, reiteraron que no se moverán hasta que la universidad cumpla sus demandas: cortar todo vínculo económico y académico con Israel y las empresas que están implicadas en las armas que se usan contra los palestinos, y conceder la amnistía a todos los alumnos que fueron suspendidos.

La noche del 18 de abril, la rectora de la Universidad, Nemat Minouche Shafik, decidió llamar a la policía de Nueva York para que entrara en el campus y dispersara a los manifestantes. La intervención de los agentes se saldó con un centenar de detenidos.

Este lunes, ante el nuevo aviso de desalojar el campamento, muchos alumnos crearon un cordón alrededor del césped donde están las carpas temiendo una posible nueva intervención policial. Poco después, también apareció un grupo de profesores, vestidos con chalecos naranjas reflectantes, que formaron una cadena humana en la entrada del campamento. “Nos movilizamos para mostrar nuestro apoyo a los alumnos y ser testigos de lo que pudiera pasar después de que la universidad amenazara con acciones disciplinarias”, explica Marianne Hirsch, profesora de Literatura Inglesa de Columbia.

“Están tratando a los alumnos como terroristas. Esto era un campamento muy pacífico y serio. Se trata de estudiantes comprometidos con unas causas políticas y que tienen el derecho de expresar sus convicciones políticas con protestas pacíficas”, crítica Hirsch.

El grupo que está detrás de la ocupación del edificio es el Columbia University Apartheid Divest (CUAD). En un comunicado, expresan cómo la acción “representa la siguiente generación de los movimientos estudiantiles del 1968, 1985 y 1992” que también se movilizaron contra la guerra del Vietnam, el Apartheid en Sudáfrica y el intento de la universidad por convertir en un complejo de investigación biomédica el teatro donde Malcolm X había sido asesinado en el 1965.

La Casa Blanca ya condenó la ocupación del edificio. “El presidente cree que tomar por la fuerza un edificio en el campus es un enfoque absolutamente equivocado. Ese no es un ejemplo de protestas pacíficas”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby. 

Así mismo, Kirby aseguró que el gobierno está siguiendo atentamente la escalada de las protestas en el resto de campus universitarios del país y también de Europa, donde centros como la Sorbona de París y la Universidad de Valencia se sumaron a las movilizaciones.

En el campamento de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, la policía detuvo a 30 manifestantes. En la Universidad de Texas, los agentes también arrestaron este lunes a decenas de estudiantes que decidieron acampar en el campus. Durante una manifestación organizada en este campus,  los policías intervinieron rociando gas pimienta contra los jóvenes.

En Richmond (Virginia), en el campus de la Universidad Commonwealth hubo enfrentamientos entre los estudiantes y la policía, que utilizó irritantes químicos para dispersar la multitud y arrestó a diversas personas. El gobernador de Virginia, el republicano Glenn Youngkin, justificó la actuación de los agentes como una acción necesaria para proteger a la ciudadanía. “Después de repetidas advertencias y negativa a dispersarse, las fuerzas del orden deben proteger a los ciudadanos”, escribió Youngkin en las redes sociales después del incidente.