La NASA tiene a 16 personas estudiando fenómenos aéreos no identificados

A mitad del año que viene, cuando estemos discutiendo elecciones, van a publicar un informe con las conclusiones. Y dirá allí lo que todos ya sabemos y no nos animamos a decir.

Sociedad 25 de octubre de 2022
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Oficialmente, ya no son ovnis, objetos volantes no identificados, sino fanis, fenónemos aéreos no identificados (UAP, por las siglas en inglés, que han desplazado a UFO), una definición más amplia que seguramente tardará tiempo en desplazar a la que se ha instalado durante décadas en el imaginario colectivo. La agencia aeroespacial estadounidense, la NASA creó un grupo de trabajo independiente para que estudie a fondo esos fenómenos.

La NASA seleccionó a 16 personas para participar en el estudio: se centrará únicamente en la información no clasificada como secreta o confidencial. A mediados de 2023 se publicará un informe completo con las conclusiones del equipo multidisciplinar.

El equipo identificará cómo los datos recogidos por las entidades gubernamentales civiles, los datos comerciales y los datos de otras fuentes pueden ser potencialmente analizados para arrojar luz sobre esos fenómenos. A continuación, recomendará una hoja de ruta para el posible análisis de datos por parte de la agencia en el futuro.

“Explorar lo desconocido en el espacio y en la atmósfera es la esencia de lo que somos en la NASA”, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington, a través de un comunicado..

Aunque no está relacionado con este nuevo estudio, la NASA tiene un programa activo de astrobiología que se centra en los orígenes, la evolución y la distribución de la vida más allá de la Tierra. Desde el estudio del agua en Marte hasta el sondeo de prometedores “mundos oceánicos”, como Titán y Europa, las misiones científicas de la NASA colaboran con el objetivo de encontrar signos de vida más allá de la Tierra.

El Pentágono cuenta con sus propios grupos de trabajo en paralelo,aunque con un enfoque diferente. En junio del pasado año publicó un informe sobre fenómenos aéreos no identificados en el que la conclusión era que no tenían respuestas por el momento para explicar cientos de avistamientos inusuales entre noviembre de 2004 y marzo de 2021.

En mayo pasado, responsables del Pentágono explicaron a los integrantes del subcomité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sus conclusiones y proyectaron los vídeos de algunos avistamientos.

Nueve hombres y siete mujeres
El nuevo equipo de la NASA está formado por nueve hombres y siete mujeres, incluyendo “algunos de los principales científicos del mundo, profesionales de los datos y la inteligencia artificial, y expertos en seguridad aeroespacial”, según la agencia. Está encabezado por David Spergel, presidente de la Fundación Simons, donde fue el director fundador de su Instituto Flatiron de Astrofísica Computacional. Sus intereses abarcan desde la búsqueda de planetas y estrellas cercanas hasta la forma del universo. Ha medido la edad, la forma y la composición del universo y ha desempeñado un papel clave en el establecimiento del modelo estándar de la cosmología.

Además de Spergel, el equipo está formado por Anamaria Berea, profesora asociada de Ciencia Computacional y de Datos en la Universidad George Mason de Fairfax (Virginia); Federica Bianco, profesora de la Universidad de Delaware en el Departamento de Física y Astrofísica, la Escuela Biden de Política Pública y Administración y científica principal del Observatorio Urbano Multiurbano; Paula Bontempi, oceanógrafa biológica desde hace más de 25 años y la segunda mujer que dirige la Escuela Superior de Oceanografía de la Universidad de Rhode Island (URI); Reggie Brothers, socio operativo de AE Industrial Partners en Boca Ratón (Florida); Jen Buss, directora general del Potomac Institute of Policy Studies de Arlington (Virginia); Nadia Drake, periodista científica independiente y colaboradora de National Geographic; Mike Gold, vicepresidente ejecutivo de Espacio Civil y Asuntos Externos de Redwire en Jacksonville (Florida); David Grinspoon, científico senior en el Instituto de Ciencias Planetarias de Tuscon (Arizona) y asesor habitual de la NASA en materia de exploración espacial; Scott Kelly, un antiguo astronauta de la NASA, piloto de pruebas, piloto de caza y capitán retirado de la Marina estadounidense; Matt Mountain, presidente de la Asociación de Universidades para la Investigación y la Astronomía, conocida como AURA; Warren Randolph, subdirector ejecutivo del departamento de Investigación y Prevención de Accidentes para la Seguridad Aérea de la Administración Federal de Aviación (FAA); Walter Scott, vicepresidente ejecutivo y director de tecnología de Maxar en Westminster (Colorado), una empresa de tecnología espacial especializada en inteligencia terrestre e infraestructura espacial; Joshua Semeter, profesor de ingeniería eléctrica e informática y director del Centro de Física Espacial de la Universidad de Boston; Karlin Toner, directora ejecutiva en funciones de la Oficina de Política y Planes de Aviación de la FAA, y Shelley Wright, profesora asociada de física en el Centro de Astrofísica y Estudios Espaciales de la Universidad de California en San Diego.

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