Sociedad 28 de noviembre de 2022

El lado Beat del Mundial

¿Críticas injustificadas? Qatar ha sido objeto de cobertura negativa por su historial en materia de derechos humanos y trato a los trabajadores migrantes. Algunos creen que tienen un trasfondo racista y responden a un doble estándar.

Cuando al cantante Rod Stewart se le ofreció más de 1 millón de dólares por presentarse en Qatar lo rechazó. “No es correcto ir”, declaró Stewart hace poco a The Sunday Times of LondonSin embargo, no expresó ninguna desaprobación similar cuando actuó en Dubai en 2010 ni en Abu Dabi en 2017, ciudades de Emiratos Árabes Unidos, un país que también tiene una monarquía autoritaria y ha enfrentado acusaciones de violaciones a los derechos humanos pero ha cultivado con más éxito una imagen amigable a Occidente.

Este tipo de disonancia es una que frustra cada vez más a los qataríes, cuando enfrentan los reflectores internacionales que llegan con cada Copa del Mundo. El torneo ha traído una explosión desproporcionada de cobertura negativa y suscitado descripciones de su país y de su gente que sienten anticuadas y estereotipadas y pintan una imagen que apenas reconocen.

La revista británica de fútbol When Saturday Comes creó un afiche del Mundial con imágenes de hombres de narices grandes, dos con vestimenta árabe del Golfo y uno de ellos empujando una carreta de dinero.

El póster fue empleado para ejemplificar las representaciones prejuiciosas en una entrevista del canal de propiedad catarí Al Jazeera con Hassan al Thawadi, líder de la organización de la Copa del Mundo de Catar.

Con cada Copa del Mundo hay críticas a los países sede, de distintos grados. Sudáfrica enfrentó las preocupaciones de seguridad antes de la competencia de 2010; Brasil recibió críticas por la corrupción y la delincuencia previo a la edición de 2014 y también a Rusia se le criticó por la represión política y homofobia en 2018.

Pero para los qataríes y otros árabes, gran parte de lo que están viendo es doloroso porque mezcla siglos de representaciones dañinas por parte de norteamericanos y europeos.

No obstante, algunos analistas dicen que los esfuerzos del gobierno de subrayar los prejuicios es una forma de alentar el nacionalismo y distraer la atención de los abusos. La participación política en está muy limitada. Las personas de la comunidad LGBTQ enfrentan intolerancia y persecución potencial por parte de las autoridades. Las mujeres ocupan varias posiciones de liderazgo, pero requieren permiso de un tutor masculino para casarse o, antes de cumplir 25 años, para viajar al extranjero.

Cuando el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, atacó a los críticos arrancó en efecto la narrativa de algunos episodios.

Pero aunque para algunos sus comentarios fueron repulsivos, hallaron eco con muchos en el Medio Oriente, que en particular prestaron atención a uno de ellos: “Creo que antes de dar lecciones morales, los europeos deberíamos estar pidiendo disculpas durante los próximos 3000 años por lo que hemos estado haciendo en el mundo en los últimos 3000 años”.

Youssef Cherif, director del Centro Global de la Universidad de Columbia en Túnez, dijo que Qatar y los Emiratos Árabes Unidos cometían violaciones laborales y de derechos humanos comparables. Pero, añadió, “aunque ambas autocracias llegaron a influir en los corazones y las mentes de los árabes, solo una de ellas ganó en los círculos occidentales, y esa es los EAU”, y atribuyó la distinción a que los Emiratos crearon para sí mismos una “marca modernista, amable, orientalista”.