Científicos descubrieron el mayor depósito de litio del mundo en la Caldera McDermitt. Este hallazgo podría cambiar el panorama global del litio, afectando a países productores, como el nuestro. Aunque presenta un desafío, la Argentina, con sus crecientes reservas y producción, aún tiene la oportunidad de consolidarse como un actor clave.
Un grupo de científicos descubrió el depósito de litio más grande del mundo en la Caldera McDermitt, un volcán extinto situado entre los estados de Nevada y Oregón, Estados Unidos. Según las estimaciones, este yacimiento alberga entre 24 y 40 millones de toneladas de litio, lo que lo convierte en el más grande conocido hasta la fecha. La caldera tiene una extensión de 45 kilómetros de largo y 35 kilómetros de ancho.
El litio es un mineral clave para la fabricación de baterías de vehículos eléctricos, paneles solares y turbinas eólicas, tecnologías para la transición energética hacia fuentes limpias. Hasta ahora, países como Bolivia, Chile y la Argentina, que forman el famoso “Triángulo del Litio” en América del Sur, dominaron la producción mundial de este recurso.
Este hallazgo en Estados Unidos fue realizado por los geólogos y vulcanólogos Thomas Benson, Matthew Coble y John Dilles, quienes publicaron los detalles en la revista Science Advances.
La Argentina es uno de los principales productores de litio en el mundo, con grandes proyectos de extracción en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. En los últimos años, nuestro país experimentó un auge en la inversión internacional en este sector. De acuerdo con datos actualizados, alberga más de 20 millones de toneladas de reservas de litio y en 2023 se consolidó como el cuarto productor mundial, exportando más de 40.000 toneladas de carbonato de litio anuales. Además, las proyecciones indican que la producción de litio argentina podría triplicarse para 2025, alcanzando entre 175.000 y 200.000 toneladas anuales.
El descubrimiento en Estados Unidos podría representar un desafío, ya que ese país podría aumentar su autosuficiencia en litio y reducir su dependencia de las importaciones, lo que afectaría a los mercados internacionales. Sin embargo, también abre nuevas oportunidades. La Argentina podría beneficiarse indirectamente de la mayor demanda mundial de litio impulsada por la transición energética y el crecimiento de la industria de vehículos eléctricos.